La Gran Explosión
Todo comenzó con una chispa de energía; se creó el tiempo, se creó el espacio. Apareció en el espacio-tiempo el átomo (¡La Materia y anti-materia!) y con estos aparecieron también las fuerzas universales y la energía se propagó por toda la materia y la anti-materia.
Pero la materia y su contraparte eran enemigas. Surgió entonces una rivalidad y confrontaciones con resultados cataclípticos donde la energía se liberaba a borbotones en terribles explosiones más que nucleares. Así siguió por millones de millones de años, hasta que surgió una paz (que sigue hasta hoy) y un "fin" a las batallas infernales de materia contra anti-materia donde un solo contacto entre la una y la otra originaba la anulación de todo lo que esté cercano o lejano.
Atrás quedó la guerra, ahora la materia tenía libertad de desarrollarse (aunque la oscura sombra de la anti-materia era y será aún muy alargada y grande). Surgió entonces un átomo (el primero que se conoce, pues lo anterior a la aparición del hidrógeno es un misterio). Este nuevo átomo era simple (de un sólo electrón) pero persistente en su creación y esparcimiento por todo el universo, fue tal su tamaño que generó gravedad, y esto fue el principio de lo que hoy conocemos como "Era Estelar"
No existía el Caos, todo era silencio. Las enormes masas de gas hidrógeno estaban quietas en un mismo y fijo sitio, sin perturbarse con su propia gravedad. Pero ello no continuó.
Un desorden, tal vez tan diminuto e imperceptible que fue a nivel atómico, alteró el orden perfecto de las nubes de gas y todas estas (sus átomos) empezaron a aglomerarse en puntos centrales hasta formar un núcleo que se comprime y la fricción resultante provoca una horrenda elevación de la temperatura hasta llegar a puntos críticos donde los átomos reaccionaban en fusiones; el Helio a nacido. Las estrellas han nacido.
El universo como lo conocemos hoy día así ha nacido.